Tras el fracaso de la última licitación, que mantiene a 40 centros escolares sin comedor desde el inicio de curso, por segunda vez consecutiva en dos años, la federación  provincial de ampa no se resigna a esperar si hay suerte en una nueva licitación, que perpetuaría un sistema de prestación de comedor mediante catering que a nadie satisface. Es por ello que reivindica la gestión directa de la Consejería como en más de una decena de centros de la provincia actualmente. Esta propuesta no es una quimera, sino la mejor solución, reitera la FAMPA, pues garantizaría que de verdad se restablezca el servicio, pues una nueva licitación no garantiza que se presenten las empresas, y además atendería las demandas de las familias que desean menús elaborados ese mismo día, con productos de calidad, sin restarle sabor, ni textura como ahora pasa con los catering de cadena en frío.

La federación ha analizado la situación de estos centros junto con las ampas afectadas, y fruto de estas consultas, resulta que un 62% de los centros tienen espacio para montar una cocina, en el 90% de los centros afectados existe en su localidad guarderías municipales con cocinas que podrían conveniarse, o incluso siete centros que tienen la cocina que dejó de usarse al pasar al catering. Con estos datos FAMPA quiere demostrar que la gestión directa es posible, que ya se hace en otros centros y que de optar por este modelo, se solventaría no solo la situación actual, sino también se incrementaría el número de menores comensales, pues en los últimos años han dejado de usar el servicio de comedor familias que no lo consideraban satisfactorio.

En este análisis, también se observa porque no lo desean atender las empresas, se trata de centros dispersos por toda la provincia, en un 62,5% con menos de 40 comensales, y que por tanto no son atractivos como negocio. Y esto es lo que denuncian las ampas, el comedor escolar no es un negocio, es un servicio básico elemental para la conciliación familiar y laboral y un elemento básico para una nutrición saludable de lo más preciado de nuestra sociedad, nuestros hijos e hijas.

Ante este análisis, que de manera pormenorizada se va a entregar a la Consejería donde se proponen varias formas de prestar este servicio de forma directa, localidad a localidad, centro a centro, la FAMPA quiere exigir que se pongan en marcha ya las medidas para este cambio en el servicio, que sin duda satisficiera a las familias, aumentaría los comensales y desterraría estos abandonos del servicio, que ya empiezan a ser habituales, y que en momentos como los actuales, en plena campaña de la aceituna, está provocando tanto daño a la organización de las familias y a su economía.

Para la presidenta de FAMPA, Belén Navarro, “es cuestión de voluntad política el cambio, y este cambio debe empezar en la provincia de Jaén, lo cual demostraría una apuesta por las zonas rurales, y  el derecho a la educación y a la conciliación de las familias en igualdad con las de las grandes ciudades.”